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El cantante pinareño Willy Chiringa ha manifestado en la televisión de Miami que irá próximamente a Cuba.
El popular sonero cubano Willy Chiringa, amante de Benny Moré del colibrí y de Martí, expresó la víspera su deseo de arreglar “la Glorieta de Consolación” pues “está destruída y ni Eusebio Leal le hizo caso antes de morir”, tras conocer que el gobierno cubano, excepcionalmente, le concedió VISA para viajar a la isla.
A pesar de que Willy Chiringa nació en Cuba, ha debido pedir VISA para viajar a la isla; pero además de eso, en lo que se considera un error burocrático, le exigieron que debería llevar su pasaporte cubano, con el que Willy Chiringa salió de Cuba en el año 1960 y tantos. Como Willy ya no conserva ese documento, debió sacarse otro pasaporte cubano, nuevo, que le costó 450 dólares.
“Un poco más y tengo que pagar todas las prórrogas de estos años que estuve ausente,” dijo.
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En su presentación en la televisión de Miami, el destacado cantante expresó:
“He escogido la televisión de Miami, mi segunda Patria, para anunciar que quiero ir a Cuba, y que en cuanto caiga la dictadura, no estén los Castro, y haya elecciones libres visitaré Pinar del Río y daré un concierto en la Glorieta de mi pueblo. El día de encontrarme con mi pueblo, ya viene llegando”
Willy Chiringa no tiene nada que ver con Willy Chirino, a pesar de que ambos nacieron en el mismo pueblo: Consolación del Sur, y tienen un gran parecido físico.
DDR, instigada por Gloria Stefani – tía de Gwen Stefani – contactó con la Embajada de Cuba en Washington a fin de conocer si es cierto o no que Chiringa viajaría a Cuba, y de ser cierto, ver la posibilidad de que Stefani (tía) lo acompañara, a lo que el ex Embajador José Ramón Cabañas – todavía metido allí como Julian Assange en embajada de Ecuador en Londres – se negó, argumentando que “el gobierno cubano quiere tener una deferencia con los artistas del exilio en vísperas de la reanudación casi inminente del Intercambio Cultural, pero que bajo ninguna circunstancia se permitiría el relajito, pues después de ella querría viajar Albita, Maggie Carlés, Mirta Medina, y “toda la caterva de músicos cubanos que residen en Miami que ya ni cantan ni come fruta, con el objetivo de cantar en Cuba, llenar el Karl Marx tal y como pretendieron Pancho Céspedes y Manolín, y llenarse los bolsillos a costa del pueblo trabajador, un mérito hasta ahora solo concedido a nuestra clase dirigente”.
