A Salvador Valdés Mesa se le acusa de apretar “muy fuerte” la mano de Kim Jong Un
El vicepresidente cubano Salvador Valdés Mesa habría sido detenido hoy por fuerzas militares de Corea del Norte, momentos antes de abordar el avión de vuelta a Cuba, según reporta la agencia de noticias KCNO del hermano país socialista asiático.
“A Salvador Valdés Mesa se le acusa de alta traición, conspiración, y de utilizar su investidura de Estado para partirle los deditos de las manos a nuestro amado líder Mariscal Kim Jong Un”— dijo envuelta en lágrimas, kimono floreado y desconsuelo, la más popular e influencer locutora de la televisión norcoreana Shin-hye Bae.
Aunque el amado líder no sufrió daños severos (solo un nudillo inflamado que le impedirá por unos días firmar condenas y jugar a los títeres), se espera que las autoridades persuadan a Valdés Mesa de leer en público un alegato autoinculpatorio a lo Heberto Padilla, en el que reconozca que actuó de mala fe, y que la culpa es suya.

DDR tuvo acceso al borrador de ese documento, que podría terminar no solo con la carrera política de Salvador Valdés Mesa, sino también con las relaciones inquebrantables entre los pueblos de Cuba y Corea del Norte, distantes como el cubano no tiene idea, pero unidos por un enemigo en común: el imperialismo yanqui.
En el documento, si es que finalmente lo lee Salvador Valdés Mesa, hay una parte en la que se dice que el funcionario cubano “tiene un sobrino-nieto que tiene un amigo cuya hermanastra, una vez, le chocó el auto a un exempleado de la CIA.”
Un funcionario del Consejo de Estado que pidió anonimato, comentó a DDR que a Salvador Valdés Mesa siempre “se le va la mano” con sus muestras de cariño, y que “ha roto varias falanges en las reuniones del Buró Político”.
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“Menos mal que no le dio por abrazar al chino ese, o lo hubiesen acusado de intentar estrangularlo, y ahí sí que hubiera ido a parar frente al pelotón de fusilamiento, que es un pelotón normalito, según sabemos, y no una barrera de artillería pesada como quiere hacernos creer la propaganda imperialista”— acotó.
El gobierno cubano no ha reaccionado aún a los acontecimientos, pero se conoce que el avión aún está en pista, esperando por una hipotética y lejana liberación de Valdés Mesa.