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Según se rumora, el Pijama era de Carlos Aldana, de quien lo heredó Ricardo Alarcón.
Ricardo Alarcón de Quesada tuvo ayer un magnánimo gesto hacia el recién depuesto Ministro de Cultura de Cuba, Julián González Toledo, al donarle, de sus gavetas, un módulo de ropa para dormir (pijama), nuevecito de paquete, con etiqueta y todo.
Al hacer entrega del donativo, Ricardo Alarcón expresó que Toledo ha sido toda su vida un revolucionario cabal, pero que el cambio generacional es así.
“No basta con hacer las cosas bien – dijo Ricardo Alarcón – a veces se precisan otros detalles, y lamentablemente hay gente por ahí con lenguas muy filosas, y que le sacan filo a cualquier cosa, y acaban con la carrera de un revolucionario.”
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Alarcón sin dudas debió estar pensando en él y en su ayudante, Miguel Álvarez, quien recientemente falleció, traicionado por el castrismo, al que le entregó cuerpo y alma.
“Me sacaron un sable – dijo por su parte Toledo -; es algo que pasó hace mucho tiempo. No tiene nada que ver con Cremata ni con que El rey se muere, ni nada de eso; ya ven, en casa del herrero, cuchillo de palo.”
Toledo, en estos instante medita desde su casa, y evidentemente, ataviado con el regalo que le hizo Ricardo Alarcón, sobre todo lo sucedido. Sus vecinos dicen que en su casa no se escucha ni una mosca, a pesar de que en la esquina, comunales hace días que no recoge la basura, y la mierda y los escombros pululan por fuera de los tanques.
“Reconozco todos los errores que cometí, y eso me pasó por delegar funciones, pero ¿cómo no voy a delegarlas si me tienen reunido desde las 7am hasta las 2am? A duras penas podía tomarme un café con leche”, finalizó diciendo Toledo, a quién Ricardo Alarcón regaló además un disco de Fito Páez.
