El Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba, condecoró este miércoles por la noche al reguetonero cubano «El Chulo» con la orden Juan Marinero, horas después de que este propinara en Miami – a decir de Díaz-Canel – «una patada revolucionaria al pelandrujo opositor dizque músico, Gorki Águila».
«No hay dudas que es músico, pero desvió el camino y dejó de ser artista. Dentro de la Revolución todo, fuera de la Revolución, nada. Esa es nuestra definición de arte, y Gorki está fuera de ella,» expresó Díaz-Canel casi que al inicio de su panegírico.
El mandatario cubano dijo que «El Chulo» pertenece a esa hornada de artistas cubanos salidos de las entrañas del pueblo«, y validó su discurso y su música, «un poco de mal gusto a veces, pero llena de sentido patriótico cuando se lo proponen«, explicó, y mencionó el nombre de Los Aldeanos y Raudel Collazo.
Díaz-Canel dijo que «El Chulo» sí que no es Osmani García y tampoco Descemer Bueno, que forma el dale pa´alante y el pa´atrás con lo que dicen, y dijo que actuó como buen revolucionario que es. Criticó además, la pasividad con la cual actuaron El Negrito, El Kokito y el Manu Manu, y dijo que esa no es la actitud que se espera de nuestros exponentes del género urbano.
«Muchacho, no te pongas chiquito; a lo hecho, pecho«, le dijo mirándole al Chulo a los ojos.
«Esta orden – expresó Díaz-Canel – no es la Juan Marinello, pero es su réplica, tal y como hacemos la réplica del machete de Maceo y el de Gómez; y por indicaciones expresas de Alpidio, nuestro recién estrenado Ministro de Cultura y poeta, haremos entrega por primera vez a quien supo defender la cultura cubana aún en la madriguera del enemigo, y le dio una patada a Águila dónde más le duele a un cubano: en el estómago,» dijo Díaz-Canel y aseguró que terminaría pronto su oratoria a fin de que todos pudieran ir a comer un refrigerio que tenían preparado para los asistentes a la actividad.
«Le hemos cambiado el nombre a la Orden, y la hemos adaptado a las circunstancias propias del intercambio cultural,» expresó finalmente Díaz-Canel.
«El Chulo» pidió de favor le permitieran permanecer en silencio pues – argumentó – «no tengo palabras para expresar como me siento«.
«Esto no puede ser no más que una canción; quisiera fuera una declaración de amor,» dijo y rompió en sollozos.
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